Aquí tenéis ejemplos del Romanticismo más grandilocuente; el de las grandes orquestas. Escuchad primero el 4º Tiempo de la Sinfonía Fantástica. Sinfonía pero con programa.
Y después un poema sinfónico que seguro que casi todos recordáis de vuestra infancia.
Aquí teneís la leyenda en que se basa, aunque sea comentada...
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